Décadas atrás el gran sueño de muchos era realizar una vez en la vida un viaje en un crucero, no sólo para conocer otros países sino también o bien principalmente para sumergirse en otro mundo: un mundo de lujo. Este mundo de lujo se entendía como tomar el sol a bordo en la piscina del crucero disfrutando de una copa y cenar en un ambiente selecto.
Esto era y sigue siendo el sueño de muchos y afortunadamente este tipo de viajes ya no queda solamente reservado a cierta capa social, por lo que resulta posible realizar este sueño de viajar en un crucero.
Según las estadísticas, aproximadamente la mitad de los viajeros en cruceros es mayor de 60 años. Viajar en cruceros está muy indicado para personas que ya no disponen de tan buena forma. Pero no se debe subestimar tampoco los riesgos de salud. Por lo tanto precisamente las personas algo mayores deberían hacerse un chequeo de salud antes de reservar un viaje en crucero.
Consejos para viajar en crucero
Personas con enfermedades crónicas deben pedir consejo a su médico para aprovisionarse con sus medicamentos. No es demás informarse alrededor de las vacunas que puedan ser necesarias en los países que se va a visitar.
Para cruceros con escala en puertos europeos es recomendable llevar consigo la tarjeta sanitaria europea, aunque a veces no se la reconoce. En caso de necesitar asistencia médica a bordo, a menudo hay que saldar cuentas con el médico de a bordo o la compañía naviera.
Verdad es que resulta bastante fácil enfermar a bordo: suele haber varias miles de persona a bordo, o sea en un espacio bastante reducido, por lo que es fácil contagiarse con un constipado. Por esto es importante lavarse las manos frecuentemente.
A bordo constantemente corre el aire, motivo de no darse cuenta de la radiación solar. De no protegerse con un buen protector solar las quemaduras no tardarán en aparecer. Igualmente no se debe olvidar las gafas de sol y una gorra.
También en un barco tan grande como es un crucero se puede notar el movimiento de las olas, causante del mareo de mar. En caso de fuerte marejada es mejor quedarse en medio del barco, ya que ahí no se nota tanto el balanceo del barco.
